Volvo Cars revela un nuevo paso en sus ambiciones por acabar con las muertes en sus vehículos, al abordar problemas como la intoxicación y la distracción.
Además del exceso de velocidad, que la compañía pretende ayudar a combatir con un límite de velocidad máxima, la intoxicación y la distracción son las otras dos áreas principales de preocupación en el ámbito de la seguridad en el tráfico. En conjunto, estas tres áreas constituyen las principales “brechas” hacia la visión de Volvo Cars de un futuro con cero accidentes de tránsito y requieren que el trabajo de seguridad de la corporación también tenga un enfoque en el comportamiento humano.
Por ejemplo, las cifras de NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) muestran que en 2017 en Estados Unidos casi el 30% de todas las muertes en accidentes de tránsito, ocurridas dentro de vehículos, involucraron a conductores intoxicados.
Volvo Cars cree que la intoxicación y la distracción deben abordarse instalando cámaras en el automóvil y otros sensores que monitoreen al conductor, y que a su vez permitan que el vehículo intervenga si un conductor claramente intoxicado o distraído no responde a las señales de advertencia y corre el riesgo de sufrir un accidente que implique lesiones graves o muerte.
Esa intervención podría implicar limitar la velocidad del automóvil, alertar a través del servicio de asistencia Volvo On Call y, como último paso, reducir la velocidad y estacionar el automóvil de forma segura.
“Cuando se trata de seguridad, nuestro objetivo es evitar completamente los accidentes en lugar de limitar el impacto cuando es inminente e inevitable”, dice Henrik Green, vicepresidente senior de investigación y desarrollo de Volvo Cars. “En este caso, las cámaras monitorearán el comportamiento que puede provocar lesiones graves o incluso la muerte”.
Algunos ejemplos de estas conductas puede ser la falta de información sobre la dirección del automóvil durante tiempos prolongados, la detección de conductores con los ojos cerrados o con la atención fuera de la vía en periodos largos, así como movimientos extremos a lo largo de la carretera o tiempos de reacción excesivamente largos.
Un sistema de monitoreo del conductor como el que se describe es un elemento importante para permitir que el vehículo tome decisiones activamente con el propósito de evitar accidentes que podrían causar heridas graves o fallecimientos.
“Hay muchos accidentes que ocurren por conductores intoxicados”, dice Trent Victor, profesor del comportamiento del conductor en Volvo Cars. “Algunas personas todavía creen que pueden conducir después de haber bebido, y que esto no afectará sus capacidades. Queremos asegurarnos que las personas no se pongan en peligro como resultado de la intoxicación”.
La introducción de las cámaras en todos los modelos de Volvo comenzará en la próxima generación de la plataforma escalable de vehículos SPA2 de Volvo, a principios de 2020. Los detalles sobre la cantidad exacta de cámaras y su posicionamiento en el interior se ofrecerán posteriormente.
Este anuncio y el de la limitación de la velocidad máxima a 180 Km/h en todos los vehículos de la compañía a partir de 2021, deben verse como una advertencia muy importante sobre los peligros del exceso de velocidad.
La empresa quiere dar inicio a un diálogo con respecto a si los fabricantes de automóviles tienen el derecho, o incluso la obligación, de instalar tecnología en los vehículos que cambie el comportamiento de sus conductores. Tanto el límite de velocidad como la instalación de cámaras en el automóvil ilustran cómo los fabricantes de automóviles pueden asumir una responsabilidad activa en la eliminación de las fatalidades en los accidentes de tránsito, gracias al respaldo de un mejor comportamiento del piloto.
Volvo Cars también revela su Care Key, que permite a los conductores de Volvo limitar la velocidad máxima de su vehículo (a partir de los modelos 2021) antes de prestárselo a otras personas.
Care Key, las cámaras de monitoreo, el límite de la velocidad y los sistemas existentes de asistencia al conductor tiene un objetivo único: brindar una conducción más segura.