¿Te imaginas querer volver a un país en el que alguna vez fuiste un gigante automotriz, pero ahora te ponen un precio desorbitado para recuperar tu lugar? Eso es exactamente lo que enfrenta Renault en Rusia, donde su antiguo socio LADA y la compañía Avtovaz tienen claro que si el Rombo quiere regresar, tendrá que abrir la chequera como nunca antes.
¿Por qué Renault quiere regresar a Rusia?
Desde la abrupta salida de Renault en marzo de 2022, tras el estallido de la guerra, las cosas han cambiado drásticamente en el mercado ruso. Aunque la marca francesa no ha declarado oficialmente su intención de regresar, algunas declaraciones de Luca de Meo, su máximo responsable, han generado rumores sobre un posible regreso.
Por un lado, el mercado ruso sigue siendo importante para Renault. Antes de su retirada, Rusia representaba una parte considerable de sus ventas globales gracias a su asociación con LADA, la marca más popular del país. Además, LADAsigue utilizando tecnologías y maquinarias que Renault dejó atrás, sacándoles el máximo provecho para desarrollar nuevos modelos, aunque con tecnología algo desactualizada.

¿Qué quiere LADA de Renault?
Maxim Sokolov, director general de Avtovaz, fue claro: si Renault quiere recuperar sus antiguos activos en Rusia, deberá pagar la impresionante cifra de 1.250 millones de euros. ¿Pero por qué tanto dinero?
La respuesta está en las inversiones que Avtovaz ha tenido que realizar desde que Renault se retiró. Durante su ausencia, se han invertido aproximadamente 730 millones de euros y planean inyectar otros 490 millones de euros en proyectos futuros, especialmente en el desarrollo de nuevos modelos como el reemplazo del icónico LADA Niva.
Pero eso no es todo. Este dinero no proviene de los ingresos de Avtovaz, sino de financiaciones estatales que sostienen la actividad de la compañía. Así que, si Renault quiere regresar, Avtovaz exige que cubra esas inversiones y posiblemente más.
¿Qué hace a Rusia un mercado tan complicado?
Actualmente, el mercado ruso está colonizado por marcas chinas, que han aprovechado la salida de fabricantes europeos como Renault para posicionarse con fuerza. Además, muchas fábricas que antes pertenecían a compañías occidentales ahora están en manos de marcas chinas que producen vehículos bajo sus propios nombres.
La fábrica de LADA en Moscú sigue funcionando, pero ya no como en los días dorados con Renault. Ahora, Avtovaz y Rusia mandan. Y parece que no piensan darle facilidades a su antiguo socio francés.
¿Está Renault dispuesto a pagar la factura?
Hasta el momento, Renault no ha hecho comentarios oficiales sobre si pretende regresar o no. Sin embargo, el simple hecho de que Luca de Meo mencionara la posibilidad de regresar ha desatado un torbellino de especulaciones y expectativas en Rusia.
Pero la realidad es que el regreso no será fácil ni barato. Renault tendría que evaluar si el costo de 1.250 millones de euros justifica la oportunidad de recuperar su posición en un mercado cada vez más competitivo y dominado por marcas chinas. Además, con las tensiones políticas y económicas actuales, la decisión no sería únicamente comercial, sino también estratégica.
El futuro de LADA sin Renault
Aunque LADA aún sueña con el regreso de Renault, es consciente de que puede seguir adelante sin ellos. Tienen sus propios planes de desarrollo y un respaldo estatal significativo que les permite mantenerse a flote.
Además, la empresa ha estado trabajando en nuevos modelos con tecnología heredada de Renault, aunque esta sea un tanto anticuada. Y con el respaldo financiero del estado ruso, pueden seguir produciendo y renovando su línea de vehículos sin depender necesariamente de la marca francesa.

¿Cuál será el desenlace?
Todo parece indicar que, si Renault decide regresar a Rusia, deberá enfrentar un complejo proceso de negociación en el que no tiene todas las cartas a su favor. Pero, ¿será capaz de pagar el alto precio que exige Avtovaz para retomar su antiguo lugar en el mercado ruso?
Lo que sí es claro es que Rusia ya no es el mismo mercado de antes y las reglas del juego han cambiado completamente. Renault deberá evaluar cuidadosamente si vale la pena regresar y, sobre todo, si está dispuesto a pagar el precio que se le exige.