Revelado el pasado mes de marzo, Nuevo Renault Austral se inscribe en un universo de
calidad que va mucho más allá de la elección de sus materiales o de la integración de
tecnologías punteras a bordo. Cada detalle se mira con lupa para alcanzar un nivel de
prestaciones nunca visto. Olivier, experto en calidad percibida, explica el trabajo que ha
realizado en un elemento emblemático del diseño interior del primer SUV Renault de la
«Nouvelle Vague»: su reposabrazos deslizante, dotado de un ingenioso elemento que
refuerza el atractivo de su manipulación.
Al subir a bordo de Nuevo Austral, impresiona de inmediato la armonía que se desprende de su
tecnológico puesto de conducción. La mirada se detiene en la pantalla OpenR que se anima con el
sonido de la secuencia de bienvenida. Después, llama la atención una pieza de diseño que, en las
versiones con caja automática, contribuye al refinamiento del conjunto: un reposabrazos ergonómico
y deslizante. Este permite utilizar de manera cómoda la pantalla multimedia o los mandos de tipo
«piano» situados bajo la misma. Pero ahora, al manipular este elemento móvil, las sensaciones
entran en otra dimensión… Olivier nos cuenta cómo lo hizo posible.
«El oficio de experto en calidad percibida consiste también en dar valor a funciones
básicas y generar una emoción positiva donde no se la espera».
Olivier, experto en calidad percibida en Renault
DESTACAR UNA PIEZA DE DISEÑO EMBLEMÁTICA
Como experto en calidad percibida, Olivier tiene una delicada misión. Para cada nuevo modelo de la
gama Renault, debe velar por la coherencia y la armonía entre los distintos elementos de la
carrocería o del habitáculo, controlar la calidad de los materiales, supervisar el paso del diseño a la
ejecución técnica, comprobar la conformidad de los juegos y enrasados, asegurarse de la facilidad
de utilización de los distintos elementos móviles y, además, hacer que todos ellos proporcionen
sensaciones agradables cuando los usuarios los manipulan.
Nuevo Renault Austral, que se comercializará durante el último trimestre del año en Europa, no es
una excepción, y Olivier y sus compañeros lo han examinado en detalle para convertirlo en un
vehículo de extraordinaria calidad.
«Hemos trabajado en todos los elementos móviles de Nuevo Austral, pero si tuviera que
mencionar alguno, destacaría el reposabrazos deslizante. Teníamos una magnífica pieza
de diseño multifunción en la consola central, pero su desplazamiento no despertaba
ninguna emoción particular. Reflexioné junto con el responsable del diseño interior sobre
cómo hacer que su manipulación fuera más atractiva», confiesa Olivier.
EL SONIDO ERA CLAVE
La idea de acompañar el desplazamiento del reposabrazos con un sonido especial pronto se impuso
en el equipo.
«Enseguida pensamos en un componente sonoro para acompañar la manipulación del
reposamanos: un agradable sonido de carraca, más bien metálico».
Sin embargo, este tipo de sonido, claro en la mente de Olivier, no necesariamente lo era para todos
los miembros del equipo a cargo del proyecto. Por lo tanto, Olivier tenía que encontrar las palabras
para describir una sensación, lo cual no resultaba nada sencillo… Por suerte, una de sus pasiones
permitió que, en lugar de describirla, fuera escuchada.
Amante de los relojes, digitales por su practicidad, y con movimiento automático por el control de la
mecánica de precisión y la calidad del acabado que expresan, Olivier llevaba en la muñeca un
ejemplo perfecto del sonido en el que pensaba.
«El reloj que utilizo para hacer deporte lleva un bisel con efecto de carraca y cuando lo
giré, escuché el sonido que tenía en mente para el sistema deslizante del reposabrazos
de Austral. Un sonido bonito, de calidad, que evoca el mundo de la relojería y de la
artesanía de precisión».
PRECISIÓN Y CONTROL, PALABRAS CLAVE DE LA CALIDAD PERCIBIDA
El equipo de proyectos y el equipo de diseño pronto se enamoraron de este sonido y todos se
pusieron manos a la obra para crear un sistema que lo lograse, basado en el mismo principio que el
del bisel giratorio de un reloj. Así pues, se marcaron trece muescas en el mecanismo deslizante – a
lo largo de todo el recorrido del reposamanos – para proporcionar al usuario la sensación de un
reglaje milimétrico con un acabado sonoro de calidad.
«Al final, la impresión no es de un simple elemento deslizante, sino de algo controlado y
preciso que genera una emoción, lo que coincide perfectamente con la noción de calidad
percibida de un vehículo».
Para Olivier resulta obvio que el trabajo en torno al sonido de las piezas móviles posee un verdadero
valor añadido para los usuarios.
«Estamos muy orgullosos del resultado y tenemos muchas ganas de que los futuros
dueños de Austral disfruten utilizando este reposamanos deslizante».
Además, está trabajando para utilizar esta misma idea en otros elementos móviles de varios futuros
vehículos de la gama Renault que se revelarán próximamente.