Desde hace un par de años, Mitsubishi ha ido transformando su estrategia en Europa, pero de una forma que para algunos resulta… llamativa. No se trata de innovaciones radicales, ni de modelos diseñados desde cero, ni de tecnologías revolucionarias que cambien el juego en el mercado. No, es mucho más simple que eso, y sin embargo, también mucho más complejo. Mitsubishi está tomando autos de Renault, retocándolos un poco para añadirles una “esencia japonesa”, y lanzándolos como si fueran suyos. ¿Es esto una estrategia desesperada o un golpe maestro en el juego de las alianzas automotrices?
La alianza Mitsubishi-Renault: un vistazo general
La alianza entre Mitsubishi, Renault y Nissan ya tiene unos años de historia, y aunque en su inicio despertó entusiasmo, ahora parece más bien un acuerdo práctico. Aquí no se trata de fusionarse o de intercambiar ingenieros en talleres secretos, sino de maximizar cada euro invertido en diseño y producción. En otras palabras, el objetivo es aprovechar los diseños ya desarrollados, reducir los costos y lanzar autos que mantengan a las tres marcas activas en el mercado europeo.
¿Por qué Mitsubishi utiliza modelos de Renault?
Europa no es un terreno fácil para Mitsubishi, y menos con la competencia en el mercado de SUVs, crossover y vehículos eléctricos. Con las nuevas normativas de emisiones y un mercado saturado de alternativas, el fabricante japonés tomó una decisión pragmática: en vez de gastar millones en el desarrollo de modelos nuevos que podrían no funcionar en Europa, ¿por qué no tomar algunos de Renault y hacer un “copy-paste” con ligeros cambios? De esta manera, Mitsubishi reduce riesgos y costos.
Modelos gemelos: ¿qué significa realmente?
La palabra clave aquí es “gemelo”. No estamos hablando de modelos idénticos, sino de vehículos que, en esencia, son los mismos pero lucen distintos. Como hermanos que se parecen mucho, pero uno lleva gafas y el otro no. Los ejemplos sobran: el Captur japonés o el Clio oriental. Estos autos son Renault disfrazados de Mitsubishi. No es una novedad en la industria, pero no deja de ser una jugada arriesgada. ¿Realmente el cliente europeo aceptará estos clones? ¿O percibirá una pérdida de identidad en Mitsubishi?
Mitsubishi y el Renault Captur japonés
El Captur es uno de los modelos más populares de Renault y uno de los SUV compactos mejor recibidos en Europa. Mitsubishi vio en él una oportunidad y decidió lanzarlo bajo su marca con mínimos cambios, casi imperceptibles para el ojo común. La ventaja para los compradores es clara: obtienen un SUV confiable y probado, pero bajo la marca Mitsubishi.
Los dos próximos modelos: Mitsubishi prepara dos Renault más
Sí, no se detienen con el Captur y el Clio. Ahora Mitsubishi está preparando el lanzamiento de otros dos modelos en el mercado europeo. Y no es una apuesta menor. Uno de ellos es el equivalente del Renault Simbioz, un SUV más grande que podría describirse como un “Captur XL”. ¿Qué trae de nuevo este modelo? Bueno, además del tamaño, es un intento de Mitsubishi por adentrarse más en el segmento de los SUVs familiares, ahora con mayor énfasis en espacio y funcionalidad.
Pero eso no es todo. El otro modelo es nada menos que la Renault Scenic eléctrica, una propuesta que rompe con la estética clásica de las minivanes. La Scenic de hoy no se parece en nada a la versión que muchos recuerdan de años atrás. Y ahora, Mitsubishi planea aprovechar este diseño vanguardista y lanzar una variante propia, para quienes buscan algo diferente y sostenible.
Adaptación mínima de la filosofía japonesa
La pregunta es inevitable: ¿qué hace que estos modelos realmente sean Mitsubishi? La respuesta es… no mucho. Los cambios son más de apariencia que de esencia, quizás unas luces diferentes o un toque en la parrilla, pero más allá de eso, son modelos Renault con el emblema de Mitsubishi.