¿Puede un auto pequeño con un envoltorio llamativo y un ligero aumento de potencia rendir homenaje al glorioso pasado de Mitsubishi en los rallies? Eso es lo que intenta hacer el Mitsubishi Colt Performance Special, una edición limitada creada por la división checa de la marca. Sin embargo, hay una pregunta que persiste: ¿qué tan especial es realmente?
Mitsubishi nos lleva en un viaje a su legado de rallies con esta versión “performance” del Colt, que aunque tiene un diseño atrevido y ciertos ajustes mecánicos, deja mucho que desear en términos de verdadera deportividad. Pero no nos adelantemos; veamos en detalle qué ofrece este pequeño hatchback.
Un Diseño Que Apela a la Nostalgia
La estética del Colt Performance Special se inspira en los legendarios días de Mitsubishi en los rallies, especialmente en la era del Lancer Evolution. Este modelo viene adornado con una envoltura personalizada en negro mate, rojo y blanco, que grita “Ralliart” desde todos los ángulos. Los gráficos incluyen letras que dicen “Performance” en los laterales y el capó, lo que refuerza el espíritu deportivo que intenta evocar.
Además de la pintura especial, el diseño incluye:
- Acentos rojos en la parrilla delantera.
- Un splitter delantero robusto.
- Extensiones en los faldones laterales.
- Rines OZ Racing Superturismo GT de 18 pulgadas, que le dan un toque más agresivo.
Si bien el aspecto visual es llamativo, uno no puede evitar sentir que se trata más de un disfraz que de una verdadera actualización deportiva.
Un Motor Pequeño Con Un Impulso Modesto
Debajo del capó, el Colt Performance Special alberga un motor turboalimentado de 1.0 litros y tres cilindros, el mismo que encontramos en la versión estándar. Sin embargo, los ingenieros han logrado aumentar su potencia de 101 a 127 caballos. El par motor también subió a 222 Nm, gracias a algunas modificaciones.
Estos números, aunque interesantes para un auto pequeño, quedan opacados por su gemelo mecánico, el Renault Clio, que en su configuración TCe 130 ofrece 129 caballos y 240 Nm de par. Además, el Colt no presenta mejoras significativas en la suspensión ni en el chasis, dejando la experiencia de conducción casi intacta respecto a la versión estándar.
¿Es suficiente este aumento de potencia para justificar el “Performance” en su nombre? Puede que no, pero al menos incluye una transmisión manual de seis velocidades, un guiño a los entusiastas que aún valoran la conexión directa con el auto.
Ligero, Pero No Ligero En Impacto
El Colt Performance se beneficia de su peso reducido, que es de 1,097 kg en su forma no electrificada. Según Mitsubishi, este factor, combinado con la potencia extra, mejora la experiencia de conducción. Sin embargo, no se menciona nada sobre ajustes en la altura del vehículo o un sistema de frenos mejorado, elementos que podrían haber hecho justicia al nombre “Performance”.
Un Vistazo Al Pasado, Pero Sin Mirar Al Futuro
A pesar de sus carencias, el Colt Performance Special no carece de intenciones nobles. Según Vladimír Hejna, director de ventas de Mitsubishi en la República Checa, el objetivo era crear algo interesante de conducir, inspirado en los éxitos del Lancer Evolution en el automovilismo.
Pero seamos honestos: este modelo está lejos de ser un sucesor digno de los días de gloria de Mitsubishi en los rallies. En lugar de revivir el espíritu de los autos de alto rendimiento, parece más un ejercicio de marketing destinado a recordar a los fanáticos lo que alguna vez fue la marca.
¿Quién Debería Considerar Este Modelo?
Si estás en Europa del Este y buscas un hatchback compacto con un diseño que grita “rally”, este podría ser una opción interesante. Sin embargo, no esperes la emoción de un verdadero deportivo. Es más un homenaje visual que un competidor real en el mundo de los hot hatches.
Además, dado que se trata de una edición limitada destinada principalmente al mercado checo, su exclusividad puede ser un atractivo para coleccionistas o fanáticos de Mitsubishi.
Conclusión: Un Intento Agridulce
El Mitsubishi Colt Performance Special es un intento curioso de Mitsubishi por mantener viva su herencia automovilística, aunque no logra cumplir las expectativas de un modelo realmente deportivo. Si bien su diseño llama la atención y la ligera mejora en potencia es bienvenida, carece de los elementos mecánicos y dinámicos que hacen especial a un verdadero auto de alto rendimiento.
En resumen, es un modelo que celebra el pasado, pero se queda corto al capturar la esencia de lo que significa “Performance”. ¿Es suficiente para los fanáticos? Probablemente no, pero al menos es un recordatorio de que Mitsubishi todavía tiene el automovilismo en su ADN, aunque sea solo en espíritu.