La nueva Mazda CX-5 y la SUV Mazda CX-9 obtuvieron el primer lugar en sus respectivos segmentos en el ranking “Las 10 mejores SUVs, pick-ups y vans”, de la publicación estadounidense Car and Driver.
Los modelos seleccionados se destacaron por su dinámica ejemplar de conducción en la que resaltan el funcionamiento del chasis, la eficiencia en consumo de combustible, su atractivo diseño, así como el refinamiento de cada uno de sus acabados.
Con respecto a Mazda CX-5, la publicación estadounidense hizo énfasis en su respuesta inmediata, insonorización superior, alto nivel de equipamiento, diversión al conducir, excelente posición de los asientos, así como los acabados de la más alta calidad. En palabras de los propios editores: “Desde la primera vuelta, es evidente que Mazda es algo diferente. Siguiendo los comandos de dirección con una precisión que rompe con todos los estándares dentro de su categoría. El chasis proporciona un control magistral del cuerpo, lo suficientemente firme como para lograr una conducción atractiva, pero lo suficientemente flexible como para minimizar las imperfecciones del pavimento”.
Del mismo modo, se elogió a Mazda CX-9 por su equilibrio entre lo que ofrece y el placer al conducirla. La fuerza que la SUV reveló en la prueba de conducción, fue decisiva para ser reconocida como la mejor de su categoría. Se destacó por ser una camioneta intuitiva, encontrar el balance perfecto entre el desempeño y la comodidad, además de ofrecer una destacada visibilidad.
Según la publicación, Mazda CX-9 se encuentra entre los más ligeros de su clase y tiene uno de los centros de gravedad más bajos. Además, es una de las SUVs de tres filas más eficientes, debido a que consumió menos combustible con respecto a sus competidores durante la prueba comparativa.
Para ascender exitosamente al círculo de ganadores de Car and Driver, los vehículos deben impresionar a los jurados de tres maneras: ofrecer una propuesta de valor sólida que no se confunda con un precio bajo; inspirar la forma en que cumple su misión y la del segmento en el que compite. Y, finalmente, ser completamente atractivo para conducir.