¿Alguna vez te has preguntado hasta dónde puede llegar la seguridad en un vehículo eléctrico? Mientras los detractores de la industria automotriz china continúan esgrimiendo argumentos sobre la presunta inferioridad de sus autos, marcas como Chery están desafiando estos prejuicios con pruebas que rozan lo insólito, al estilo de lo que hacía Volvo hace décadas. Pero, ¿es realmente efectivo este enfoque? Descúbrelo a continuación.
Un vistazo al pasado
No se puede obviar que, hasta hace no mucho, la contribución de China al mercado automotor global era mínima. Sus vehículos, a menudo vistos como meras imitaciones de modelos europeos, no lograban equiparar las prestaciones de sus contrapartes occidentales. Sin embargo, esa imagen está cambiando rápidamente. Aunque no han pasado más de una década, el avance es notable, y marcas como Chery quieren dejar claro que sus autos eléctricos están a la par en términos de seguridad con sus homólogos americanos y europeos.
La evolución de la seguridad automotriz china
Europa, Japón y Estados Unidos son conocidos por sus rigurosos protocolos de seguridad vehicular, como Euro NCAP, que analizan minuciosamente la capacidad de los autos para soportar accidentes. En respuesta a las persistentes dudas sobre la eficacia de los estándares chinos, estos han sido objeto de importantes actualizaciones en los últimos años.
No obstante, con el afán de captar la atención sobre la seguridad de sus modelos, algunas marcas chinas han optado por realizar pruebas fuera de lo común, que no forman parte de los programas oficiales de homologación.
Chery y su enfoque radical en pruebas de seguridad
Exeed Exlantix ET, un modelo de SUV de grandes dimensiones (4,95 metros de largo y 3 metros de batalla), se ha convertido en el protagonista de una de estas pruebas extremas. Este vehículo, equipado con una batería de CATL 4C que permite recuperar 400 km de autonomía en apenas 10 minutos, fue sometido a una prueba dramática: una caída desde 10 pisos de altura.
A diferencia de Volvo, que utilizaba este tipo de ensayos para demostrar la resistencia del techo ante un vuelco, Chery ha llevado la prueba a otro nivel al aumentar la altura a 32 metros. El impacto, como era de esperar, causó una deformación considerable del vehículo, pero lo más sorprendente fue la integridad del habitáculo, que se mantuvo prácticamente intacto.
Resultados de la prueba
El resultado fue impresionante: salvo por la puerta del conductor, que sufrió desajustes, las demás puertas parecían no haber experimentado daño alguno. Este ensayo pone de manifiesto que, al menos para el Exeed Exlantix ET, la seguridad está a la altura de las expectativas, desmintiendo muchos de los prejuicios que aún pesan sobre la industria automotriz china.
Conclusión
Esta audaz demostración de Chery no solo busca validar la seguridad de sus vehículos eléctricos frente a las críticas, sino también posicionarse como un competidor serio en un mercado global cada vez más inclinado hacia la electrificación. A medida que China sigue rompiendo moldes y estableciendo nuevos estándares en la industria automotriz, solo podemos esperar más innovaciones y mejoras en términos de seguridad y tecnología.
Sin duda, el futuro del automovilismo eléctrico promete ser tan emocionante como seguro, y marcas como Chery están a la vanguardia de este cambio.