El Grupo Renault, líder europeo del vehículo eléctrico, y la Empresa de Electricidade da Madeira (EEM), productora, transportista y distribuidora de energía en las islas portuguesas de Madeira y Porto Santo, anuncian el lanzamiento de un ecosistema eléctrico inteligente en la isla de Porto Santo. Dicho ecosistema forma parte de un novedoso programa denominadoSmart Fossil Free Island, puesto en marcha por el Gobierno de Madeira, cuyo objetivo es favorecer la transición energética de la isla. La EEM es la empresa encargada de los proyectos relacionados con la energía y la movilidad eléctrica de Smart Fossil Free Island, y ha elegido al Grupo Renault como socio para las soluciones de movilidad eléctrica.
Basada en los vehículos eléctricos, las baterías con segunda vida, la recarga inteligente y la recarga reversible, esta primera «isla inteligente» del mundo pretende reforzar la independencia energética de la isla y favorecer su producción de energía renovable. El Grupo Renault, EEM y sus socios trabajan desde principios de este año en este proyecto que se desarrollará en 18 meses.
“Nos complace asociarnos a EEM y al Gobierno Regional de Madeira para implementar este inédito ecosistema eléctrico inteligente, demostrando que, más allá del transporte, la revolución eléctrica mejora nuestra vida diaria. Nuestro objetivo es construir un modelo reproducible en otras islas, en eco barrios o en ciudades, siempre con la misma intención: desplegar a gran escala soluciones de movilidad eléctrica asequible para todos”, señaló Eric Feunteun, Director del Programa Vehículos Eléctricos y Nuevas Oportunidades.
Este proyecto ilustra el compromiso del Grupo Renault para establecer asociaciones con el sector público y privado a fin de crear soluciones de movilidad sostenible para todos, en línea con la estrategia del Grupo de convertirse en un actor importante de los ecosistemas eléctricos y en un proveedor de soluciones de movilidad inteligente para la ciudad del futuro.
Para diseñar dicho ecosistema, el Grupo Renault se basa en sus vehículos eléctricos, que son una referencia en el mercado europeo, y en soluciones tecnológicas probadas.
El proyecto consta de tres apartados. En primer lugar, 20 residentes voluntarios de Porto Santo conducirán 14 Renault ZOE y 6 Renault Kangoo Z.E. para un uso diario. Estos vehículos podrán cargarse de forma inteligente (smartcharging) gracias a los 40 bornes de carga conectados, privados o públicos, instalados por EEM y Renault en la isla.
De aquí a fin de año, algunos vehículos llegarán aún más lejos en su interacción con la red y serán capaces de devolver electricidad durante los picos de consumo. Además de cargarse de forma inteligente, los vehículos eléctricos podrán de este modo servir como unidades de almacenamiento temporal de energía.
Por otro lado, las baterías con “segunda vida” procedentes de los vehículos eléctricos de Renault sirven para almacenar la energía intermitente producida por las centrales solares y las eólicas de Porto Santo. Esta energía se inyecta en la red para las necesidades locales. Así mismo, una parte de estas baterías procede de la isla de Madeira. De este modo y por primera vez, el Grupo Renault demuestra que es capaz de reutilizar sus baterías de “segunda vida” en un ecosistema local.
Una estrecha colaboración con nuestros socios
Pionero y líder de la movilidad eléctrica en Europa, el Grupo Renault va más allá de su función de constructor de automóviles y se convierte en un actor de los ecosistemas inteligentes eléctricos y energéticos, con la ayuda de sus socios. En el marco del proyecto de Porto Santo, el Grupo Renault se ha asociado con diferentes actores del sector energético comoBouygues Energies et Services, The Mobility House y ABB.
Acerca del ecosistema eléctrico inteligente
La recarga inteligente, o smartcharging, modula la recarga del vehículo en función de las necesidades del usuario y de la oferta de electricidad disponible en la red. La recarga se efectúa al máximo cuando la oferta de electricidad es mayor que las necesidades, sobre todo durante los picos de producción de las energías renovables. La recarga se interrumpe cuando la demanda de electricidad es superior a la oferta dentro de la red. Así pues, la red eléctrica optimiza el suministro de energía renovable local.
Con la recarga reversible, los vehículos son capaces de inyectar electricidad en la red durante los picos de consumo. Además de cargarse de forma inteligente, los vehículos eléctricos podrán de este modo servir de unidades de almacenamiento temporal de energía.
Incluso después de su “vida en el automóvil”, la batería del vehículo eléctrico conserva una importante capacidad de almacenamiento. Renault puede reutilizarla en entornos menos exigentes, como por ejemplo el almacenamiento de energía estacionaria. Con esta segunda vida de las baterías, Renault es ahora capaz de responder a todo el abanico de necesidades de almacenamiento de energía: desde la casa individual a los edificios, oficinas, fábricas, colegios y bloques de apartamentos, e incluso los puntos de carga de vehículos eléctricos.