Ford está experimentando un cambio crucial en su estrategia de vehículos eléctricos. Después de años de grandes pérdidas, la compañía ha decidido cancelar la llegada de su nuevo SUV eléctrico, lo que representará una pérdida de 1.700 millones de dólares. Este movimiento forma parte de un ajuste mayor en su enfoque hacia la electrificación, con el objetivo de mejorar la rentabilidad y responder a las presiones del mercado.
Un Volantazo en la Estrategia Eléctrica de Ford
La industria automotriz está atravesando un momento complejo. Los fabricantes que apostaron fuerte por la electrificación están enfrentando desafíos financieros inesperados. Ford, uno de los gigantes de la industria, no es la excepción. La compañía ha decidido cancelar varios proyectos de vehículos eléctricos (EV) que ya estaban en marcha, y uno de los más significativos es su SUV 100% eléctrico de tres filas, que iba a ser un lanzamiento clave para el mercado global.
Este cambio de estrategia se produce en un contexto en el que la rentabilidad se ha convertido en la principal prioridad para Ford. Según John Lawler, director financiero de la compañía, la decisión fue tomada debido a la compresión de precios y márgenes que afecta al mercado de VE. La empresa ha establecido un nuevo objetivo: todos los modelos nuevos deben alcanzar un EBIT (ganancias antes de intereses e impuestos) positivo dentro de los primeros 12 meses desde su lanzamiento. En otras palabras, si un vehículo no es rentable en su primer año, Ford no dudará en cancelar el proyecto.
Tres Años de Paréntesis en los Lanzamientos Globales
Este enfoque agresivo podría resultar en una pausa significativa para los nuevos lanzamientos eléctricos de Ford a nivel global. Se espera que la compañía no presente un nuevo modelo eléctrico a escala mundial hasta dentro de tres años. Mientras tanto, los modelos actuales como el Ford Mach-E y la F-150 Lightning continuarán su vida comercial, aunque la compañía está tomando un riesgo calculado al dejar de lado nuevos desarrollos durante este período.
Sin embargo, esto no significa que Ford abandonará por completo el mercado eléctrico. En Europa, modelos como el Ford Explorer y el nuevo Ford Capri seguirán adelante, y se espera el lanzamiento de otros modelos eléctricos, como el Ford Puma, en las próximas semanas. Además, en 2026, la compañía tiene previsto presentar una nueva generación de la Ford E-Transit, lo que indica que su compromiso con la electrificación sigue en pie, aunque de una forma más cautelosa y orientada a la rentabilidad.
Un Cambio de Enfoque Hacia los Híbridos
Ante la dificultad de mantener la rentabilidad en el mercado de los VE, Ford ha decidido reducir su presupuesto para estos vehículos del 40% al 30% del gasto total de la compañía. Esta reducción presupuestaria implica una mayor concentración en modelos híbridos y en vehículos de menor tamaño y costo. Por ejemplo, el primer lanzamiento confirmado bajo esta nueva estrategia será una camioneta de tamaño medio, conocida internamente como Project T3, que se está desarrollando en Michigan.
Este cambio estratégico también tiene implicaciones para la competencia. Mientras Ford opta por un paréntesis en sus lanzamientos eléctricos, otros fabricantes podrían aprovechar la oportunidad para ganar terreno en el mercado. No obstante, la apuesta de Ford es que este enfoque a largo plazo permitirá a la compañía recuperar la rentabilidad y posicionarse mejor en un mercado que sigue siendo altamente competitivo.
Las Reacciones en el Mercado
Aunque el cambio de rumbo puede parecer arriesgado, las acciones de Ford subieron al cierre de los mercados tras el anuncio, lo que sugiere que los inversores ven con buenos ojos este enfoque más prudente y enfocado en la rentabilidad. La compañía ha dejado claro que su prioridad es ajustar su hoja de ruta para garantizar el éxito financiero de sus modelos eléctricos, incluso si esto significa tomar decisiones difíciles, como la cancelación de proyectos importantes.
Conclusión
La decisión de Ford de cancelar la llegada de su nuevo SUV eléctrico y hacer un paréntesis en sus lanzamientos globales refleja las tensiones actuales en la industria automotriz. Mientras la electrificación sigue siendo el futuro, la rentabilidad a corto plazo es crucial para la supervivencia de las empresas en este entorno competitivo. Ford está dispuesta a asumir los riesgos necesarios para asegurar su lugar en el mercado, incluso si esto significa tomar decisiones drásticas en el camino.
Con un enfoque renovado en la rentabilidad y la optimización de recursos, Ford está ajustando su estrategia para enfrentar los desafíos de un mercado en constante cambio. Aunque el camino hacia el éxito no será fácil, la compañía ha demostrado su capacidad para adaptarse y responder a las demandas del mercado. El tiempo dirá si este volantazo será el impulso que Ford necesita para consolidarse en el mercado de vehículos eléctricos y híbridos.