Ha terminado la edición 2020 del Rally Dakar y Óscar Fuertes y Diego Vallejo han completado este viernes la duodécima etapa, adjudicándose así la vigésimo cuarta posición provisional absoluta en la general del nuevo Korando DKR, que ha entrado a las competencias por la puerta grande, nada más y nada menos que en la carrera más dura del mundo.
El piloto de Madrid y su copiloto de Galicia entraron en el top 30 de la competencia en el segundo día y apoyados por el excelente rendimiento de su Korando DKR, saltaron al top 25.
“Aunque teníamos el top 25 bien amarrado, estábamos en tensión… Una tensión ilógica, porque el Korando DKR ha funcionado como un reloj”, afirmó el piloto Óscar Fuertes.
La última etapa realizada entre Haradh y Qiddiya, muy cerca de la Riad la capital Saudí, constó de 447 kilómetros de los cuales 374 debían corresponder a la especial cronometrada, pero que la organización recortó a 167 kilómetros.
La dupla española ingresó a la posición número 28 luego de una hora, 34 minutos y20 segundos, con una diferencia de menos de 17 minutos del vencedor, Nasser Al-Attiyah.
El Korando DKR se ha codeado con vehículos de altísimo nivel, muchos de los cuales no han podido superarlo.
Este tercer Dakar para Ssangyong ha sido una exhibición de regularidad y velocidad, no sólo porque Fuertes y Vallejo han entrado en los primeros 30 lugares casis desde el comienzo, sino porque redujeron sustancialmente la distancia que les ha sacado el vencedor, Carlos Sainz, teniendo en cuenta que en 2018 cedieron 53 horas al primer lugar, en 2019 29 horas y en 2020 recortaron 18 horas y media con respecto al líder.
En estos tres Dakares terminados de Ssangyong Motorsport, Fuertes y Vallejo acumulan ya 36 etapas consecutivas acabadas, toda una muestra de la impecable fiabilidad del Dragón. “Estamos muy agradecidos a la marca y a los sponsors que nos han acompañado desde el principio de esta gran aventura”, afirma Fuertes, consciente de que este resultado es producto de un gran trabajo de equipo.
La resistencia mostrada por el Korando DKR es memorable teniendo en cuenta que este Dakar ha sido muy rápido, exigiendo el máximo esfuerzo a los vehículos y toda la concentración de los pilotos y copilotos, para completar, en esta edición, 5.000 kilómetros cronometrados en 53 horas, 59 minutos y 52 segundos. En ese lapso de tiempo, sólo presentaron un pequeño problema con el sistema de autoinflado de los neumáticos en una de las etapas, lo que hizo que Fuertes y Vallejo pensaran que habían pinchado, cosa que en realidad no sucedió, demostrando que el comportamiento de los neumáticos Yokohama utilizados por Ssangyong Motorsport en este Dakar ha sido otra pieza clave en el resultado, ya que superaron doce etapas en Arabia Saudí sin un solo pinchazo. Otro elemento de gran ayuda fue el equipamiento de iluminación proporcionado por Hella.
Cabe resaltar el enorme esfuerzo realizado por Óscar Fuertes ya que previo al Dakar, tuvo que sortear una serie de eventos que alteraron su rutina de preparación para la prueba. Primero, un incidente doméstico le provocó graves quemaduras en las piernas. Luego, haciendo unos tests de navegación en Marruecos, se rompió el menisco y el ligamento cruzado de la pierna izquierda, resultado de una caída fortuita que puso en duda su participación. Quince días antes del Dakar se operó de la rodilla, pero su fuerza de voluntad y el trabajo constante con el fisioterapeuta de SsangYong le permitieron sobreponerse al dolor, sin que la lesión afectara a su desempeño en las pistas.
En el asiento de la derecha, la labor de Diego Vallejo con el roadbook también ha sido impecable. En seis de las doce etapas, los pilotos no recibieron el libro de ruta hasta el mismo día, pocos minutos antes de empezar la jornada. La intención era dar más protagonismo a la navegación y, por lo tanto, a la labor del copiloto, un reto que Vallejo abrazó con decisión y superó de forma inmaculada. El Korando DKR avanzó siempre con un rumbo preciso, camino de un top 25 en Qiddiya que, durante muchos días, fue un sueño y que hoy ya es una realidad.