En el laberinto de los cambios climáticos y la presión medioambiental, Colombia se plantea una decisión audaz: dar un paso adelante en la transición hacia una movilidad sostenible. Según palabras del Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el país sudamericano debería dejar de matricular carros a gasolina en 2040. Pero, ¿es este un sueño lejano o una meta tangible?
La perspectiva global y la posición de Colombia
Alrededor del mundo, se están implementando políticas más severas contra los vehículos a combustión. De hecho, la Unión Europea es líder en la transición energética y la comercialización de vehículos eléctricos, con planes para prohibir autos nuevos a gasolina en 2035. Sin embargo, hasta el anuncio de Bonilla, Colombia no se había fijado una fecha límite para la eliminación de estos vehículos.
¿Significa esto que Colombia se atrasa en la carrera hacia la descarbonización? ¿O está dando un paso prudente considerando sus recursos y capacidades? ¿Es posible que Colombia alcance la ‘neutralidad de carbono’ en 2040?
Cuatro pilares para la descarbonización
Según Bonilla, hay cuatro pilares que permitirían a Colombia avanzar hacia la descarbonización.
El primer pilar es la diversificación del comercio exterior, sustituyendo las exportaciones de petróleo y carbón con el fortalecimiento de la capacidad agrícola, la reindustrialización y el desarrollo de cadenas productivas.
El segundo pilar propone aumentar los ingresos tributarios a través de una mayor participación en diversas actividades económicas y de las personas naturales.
La ‘tercera transición’, es reemplazar el consumo de combustibles fósiles y migrar a energía limpias.
El último y más polémico pilar es la prohibición de la entrada y la matriculación de vehículos a combustión interna a partir de 2040, y el fomento de la fabricación de vehículos ‘cero emisiones’ en el país.
¿Es factible el plan?
A pesar de lo ideal que pueden parecer estos planteamientos, la realidad es más compleja. No se conocen a la fecha estrategias vigentes y realistas que puedan llevar a cumplir estos ambiciosos objetivos en plazos relativamente cortos.
Organizaciones como la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, manifiestan que, aunque es probable que para 2040 se logren avances significativos en la reducción de emisiones de carbono, establecer una restricción por ley para la matriculación de vehículos de combustión a día de hoy podría ser aún muy prematuro.
Perspectivas y reacciones
La propuesta del Ministro Bonilla no ha pasado inadvertida, generando una ola de reacciones diversas. Mientras algunos la ven como una medida necesaria y urgente para enfrentar el cambio climático, otros cuestionan la viabilidad de la propuesta, dada la realidad socioeconómica del país.
¿Está Colombia lista para dar un salto tan grande hacia la movilidad eléctrica? Según cifras del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), en 2022 solo el 0.5% de los vehículos matriculados en Colombia eran eléctricos. Además, el país enfrenta desafíos considerables en términos de infraestructura para la recarga de estos vehículos.
Por otro lado, algunas voces argumentan que la transición no tiene que ser abrupta y que puede llevarse a cabo gradualmente. Por ejemplo, en lugar de prohibir de golpe todos los vehículos a gasolina, se podrían establecer incentivos para fomentar la adquisición de carros eléctricos, como exenciones fiscales o subsidios.
En Conclusión
Las palabras del Ministro Bonilla abren un intenso debate sobre el futuro de la movilidad en Colombia. Si bien la descarbonización es un objetivo deseable y necesario, el camino hacia ella es intrincado y lleno de desafíos. Solo el tiempo dirá si el país puede superar los obstáculos y lograr sus ambiciosas metas.