· Desde sus inicios, FIAT ha mimado un tipo de automóvil muy especial: los descapotables. La marca italiana ha creado modelos que han quedado en la memoria por su estilo deportivo, sus prestaciones y por permitir disfrutar de los días de sol y buen tiempo.
· Desde las versiones Torpedo o Spider de principios del siglo XX al FIAT 500 C de hoy, la firma turinesa ha desarrollado modelos legendarios como el FIAT Dino, el FIAT 124 Sport Spider o el FIAT Barchetta.
FIAT puede considerarse una de las marcas automovilísticas con mayor experiencia en la producción de automóviles descapotables. De hecho, su primer modelo, el FIAT 3 ½, no tenía techo rígido. Una característica que comparten otros automóviles de la época. Entre las décadas de 1910 y 1930, FIAT desarrolló versiones Torpedo (4-5 plazas) y Spider (2 plazas) de la mayor parte de sus modelos, desde los más básicos a las grandes limusinas.
El impacto de la Segunda Guerra Mundial acabaría truncando esta práctica de la marca. Sin embargo, el éxito de los automóviles descapotables en los años 50 llevaría a FIAT a desarrollar su propia propuesta, firmada por Luigi Rapi. El FIAT 1100 TV Transformabile, presentado en el Salón de Ginebra de 1955, era un atractivo roadster de dos plazas, inspirado en los vehículos americanos de la época. Sin embargo, su motor de 56 CV se quedaba corto, lo que llevó al desarrollo de un modelo más potente.
Las negociaciones con Pininfarina y el fabricante de motores OSCA, emparentado con Maserati, dieron lugar al FIAT Pininfarina Cabriolet, que se comercializó entre 1956 y 1966 en versiones coupé y cabrio de dos puertas y con una mecánica de 1.200 cm3 que desarrollaba 80 CV para pasar a un motor de 1600 cm3 de 90 CV.
Su sucesor supondría un salto cualitativo. A mediados de los años 60, Ferrari buscaba un fabricante de automóviles para homologar un nuevo motor para la Fórmula 2, un proceso para el que era necesario presentar un modelo de serie que lo equipara bajo el capó. En Mirafiori abrieron las puertas de par en par al “Cavallino Rampante” y, con diseño Pininfarina, se lanzó el FIAT Dino (1966-73). Su espectacular versión Spider incorporaba detalles de lujo como el volante y el salpicadero con toques de maderas nobles y podía alcanzar una velocidad de 200 Km/h, gracias a su mecánica de competición que llegó a desarrollar 180 CV.
Paralelamente, FIAT situó en su gama alternativas más asequibles, como el FIAT 850 Spider, un coqueto automóvil de dos plazas, aerodinámico, con diseño Bertone y un motor de 843 cm3 y 49 CV y, sobre todo, el FIAT 124 Sport Spider, que se mantuvo en el catálogo FIAT entre 1961 y 1981, pasando a ser comercializado por Pininfarina hasta 1985. Diseñado por Tom Tjaarda, artífice de algunos de los deportivos más deseados de finales del siglo XX, llegó a tener una versión para competir en rallies.
En los años 80 y 90, FIAT se centró en desarrollar versiones cabrio desenfadadas de sus modelos más urbanitas. Así, entre 1981 y 1988 se comercializó el FIAT Ritmo Cabrio, diseñado por Bertone y presentado en el Salón de Fráncfort de 1979. Sus series especiales Chrono y Bianco tuvieron una gran acogida. En 1994, Bertone desarrollaría el FIAT Punto Cabrio, que se podía adquirir con techo eléctrico o manual y que se convirtió en uno de los descapotables más asequibles por aquellos años.
Sin embargo, FIAT no descuidó a su clientela más sibarita, a la que mimó con propuestas como el FIAT Barchetta (19995-2006), diseñado por Andreas Zapatinas y Alessandro Cavazza con una clara inspiración en el mundo náutico y la competición automovilística. Basado en el chasis del FIAT Punto, su motor 1.7 de 129 CV permitía alcanzar los 100 Km/h en 8,9 segundos. Tras un restyling en 2003 en el que adoptó un frontal más moderno, Bertone se encargó de hacerle un homenaje en 2007 con el concept-car Barchetta by Bertone.
A día de hoy, existen en la gama FIAT 500 distintas opciones para disfrutar de la conducción “open air” como el FIAT 500 eléctrico Cabrio, el FIAT (500)RED Cabrio o el FIAT 500 La Prima by Bocelli Cabrio, entre otros.