Pensar que los carros se podían manejar por sí solos hace unos años era algo imposible. Ahora, la industria automotriz está trabajando en desarrollos más avanzados, como los sensores en los vehículos para evitar choques, la función de parqueo autónomo, las alertas sobre la cercanía de objetos del exterior al automóvil o la reducción del aire en las llantas.
Hablar de vehículos que conducen solos, ya sean terrestres o aéreos, no es extraño, pues ya existen trenes autónomos entre ciudades, trenes bala en China, drones no tripulados usados para vigilancia, e incluso, varios prototipos de carros que se manejan de forma autónoma, probados alrededor del mundo.
Sin embargo, siguiendo los resultados obtenidos por la Fundación RAC —encargada de investigar políticas sobre transporte—, y recopilados por el estudio Driverless Future de Ipsos, existe cierta resistencia a los vehículos autónomos, como sucede con los ciudadanos alemanes y británicos, quienes están preocupados porque esta tecnología tenga mucho más control de la máquina que el conductor.
Los vehículos autónomos podrían ser el desarrollo que marque el siglo XXI, así como ocurrió con los automóviles convencionales en el siglo XX, pues ya se habla de sus beneficios en cuanto a soluciones a los problemas de seguridad, congestión y contaminación.
Sin embargo, ¿qué piensa el mundo respecto a estos vehículos?, ¿están interesados realmente los ciudadanos en obtener carros que sean autónomos? O mejor aún, ¿creen que son seguros al no tener el control de una persona en su interior?
De acuerdo con encuestas de Ipsos en todo el mundo, el público está interesado en esta tecnología, pues es vista como la función más interesante y novedosa que pueda tener un automóvil. Sin embargo, algunos se muestran escépticos, como es el caso de Gran Bretaña, donde, del total de los encuestados, tan solo el 44% cree que será más cómodo que la forma convencional de manejar, en contraste con India, país en donde cerca del 80% cree que es mejor que los vehículos tradicionales.
Por otro lado, la encuestadora logró identificar qué tan importante es para determinados países un carro completamente autónomo, como es el caso de China y Japón, que están más dispuestos a pagar por un carro con más funcionalidades, en contraste con Francia y Alemania, quienes se muestran como los menos interesados en comprar un carro con varias funcionalidades, incluida la del manejo autónomo. Estos datos se pudieron obtener de una muestra de 137.340 personas consultadas.
Otro punto que analiza Ipsos, es el hecho de que el público, al cual afectará negativa o positivamente esta invención, no solo se trata de consumidores, sino de ciudadanos, los cuales están preocupados frente a qué va a pasar si los vehículos autónomos llegan a estar en las calles.
Sin embargo, la investigación arroja que el 47% de los británicos están a favor de un asistente tecnológico para conducir, si eso mejora la seguridad de los pasajeros.
También se analizan factores como los trabajos que esta tecnología quitaría a los humanos, especialmente a los conductores profesionales; el 54% del total de los encuestados cree que se perderán más trabajos de los creados debido a la autonomía en vehículos en los próximos 15 años, frente a un 11% que no lo considera así.
Aún existen varios interrogantes respecto a los carros que se manejan solos: la industria se pregunta cómo será el mercado de los vehículos en un futuro, los políticos piensan en formas de hacer la movilidad en ciudades más segura, menos contaminante y más eficiente, y los ciudadanos no saben cómo será el futuro para los trabajadores de este sector, así como qué nuevas normas tendremos que implementar para hacer de este desarrollo una realidad.
Mientras tanto, seguiremos viendo cómo se materializa el futuro de la conducción con lanzamientos de vehículos autónomos de grandes compañías como Tesla, cuyo novedoso modelo cuenta con un piloto automático que conduce de forma autónoma, cambia de carril y controla la velocidad, dejando claro cuál es el futuro que nos espera.